No sólo un museo: el Resurgimiento en Venecia de la ciudad al Museo Correr

El itinerario pretende resaltar ese delicado período histórico que va desde la caída de la Serenísima República de Venecia a manos de Napoleón hasta su unión con el Reino de Italia, un poco más de 60 años durante los cuales Venecia fue ocupada primero por los franceses y luego por los austríacos.

La visita empieza en Campo Santo Stefano, a los pies del monumento erigido en honor a Nicolò Tommaseo, un patriota y escritor italiano cuyas vicisitudes están estrechamente relacionadas con la ciudad. A su espalda, el Instituto Veneto de Ciencias, Letras y Artes nos recuerda uno de los numerosos intentos de Napoleón de modernizar la ciudad, creando academias e institutos para reemplazar las viejas cofradías y asociaciones. Algo similar se encuentra en Campo San Fantin donde, junto al teatro La Fenice, emblema del esplendor de la República del siglo XVIII, se halla el Ateneo Veneto. Continuamos hacia Campo Manin, que con su monumento nos recuerda la insurrección de 1848.

La visita continúa dentro del Ala Napoleónica, ahora Museo Correr, el edificio que destaca al fondo de la Plaza de San Marcos y que Napoleón quiso a principios del siglo XIX. Nos detenemos para visitar las elegantes salas neoclásicas de este Palacio Real, donde también la Emperatriz Sissi alojó durante algún tiempo y que hoy reúnen, entre las distintas colecciones, una de obras de Canova, artista-escultor emblema del gusto de la época y de las nuevas relaciones políticas entre Francia y Venecia.

El museo también incluye una sección dedicada a la civilización y a la pintura veneciana a la que los visitantes pueden acceder libremente al final del recorrido.